Esto no es vida, mis hijas necesitan a su padre y yo necesito a mi familia», dice Cheikh Seck, natural de Senegal y residente en A Coruña desde hace más de 18 años. El hombre recurrió al despacho especializado en extranjería Proabogados para tramitar la reagrupación familiar y poder traer a los suyos de su país natal.
La letrada Sara Seoane asumió su caso. «Entregué toda la documentación que solicitan en Extranjería el pasado 16 de enero y resolvieron de forma favorable el 9 de abril. La oficina de A Coruña funciona muy bien. El siguiente paso fue pedir cita en el Consulado de España en Dakar (Senegal). Se hace mediante una dirección de correo electrónica en la que adjuntas el expediente. Nos dieron vez para el 26 de abril del 2026, dentro de dos años», explica la abogada, que añade: «Es exagerado». Ante la situación, Cheikh se siente impotente. «No puedes hacer nada porque tampoco tienes forma de comunicarte con nadie. Al pedirse las citas por internet no tienes más opciones que las que te dan, luego, si llamas por teléfono, te derivan al correo», lamenta el hombre.
Críticas en redes sociales
El senegalés indica que son muchos los que como él se encuentran con esa barrera diplomática para poder reunirse con su familia en España. «Desde que empecé con los trámites me fui enterando por otros compañeros de caso similares. De hecho, muchos han compartido la situación a través de las redes sociales porque es desesperante. El tiempo mínimo de espera es un año y medio. No entendemos tanta tardanza. Entendemos que puede haber muchas solicitudes y carga de trabajo en el consulado, pero una cosa son 6 meses y otra dos años», señala Cheikh, que tiene 46 años. «Vine a España para tener un futuro mejor. Tengo mis papeles en regla, tengo trabajo en una empresa de carga y descarga de productos de alimentación y lo único que me falta es tener a mi familia conmigo. Mi mujer y mis hijas, de 7 y 2 años, siguen en Senegal», apunta.
Desde que se mudó a A Coruña, Cheikh visita su país una vez al año aproximadamente. «La última vez que vi a mi familia fue en abril del 2023. Mis niñas crecen y tienen a su padre lejos. No puedo esperar dos años más a tenerlas conmigo», lamenta.
Desde la oenegé Ecodesarrollo Gaia, que facilitan la escolarización y formación de personas que han sido excluidas de la sociedad, tanto en A Coruña como en Senegal, expresan que el funcionamiento de los consulados debe ser revisado. «No podemos generalizar, pero las experiencias que he tenido han sido negativas», apunta su presidente, Guillermo Fernández-Obanza. Desde la entidad apuntan que a menudo reciben comentarios sobre la mala gestión de citas. «No entendemos que ocurran estos problemas en un servicio fundamental de un estado democrático», apuntan.
Exteriores dice que trabaja en un refuerzo del servicio
Desde Exteriores indican que «en el caso de Dakar, la complejidad de los expedientes de visado de reagrupación familiar supone que la tramitación de los mismos se extienda más allá de lo que sería deseable, lo que supone retrasos en la concesión de citas. Estamos trabajando en dotar de más medios a esa oficina para intentar paliar esas demoras».
Serigne Fallou Gueye: «Mi hijo fue a su cita tras un año de espera y después le requirieron una prueba de ADN»
Serigne Fallou Gueye lleva 15 años en Galicia y está tramitando el visado de reagrupación familiar de su hijo
Serigne Fallou Gueye, que llegó a España en el 2016, inició los trámites para traer a su hijo de 19 años con un visado de reagrupación familiar el pasado año. «Después de realizar todo el proceso en A Coruña con Proabogados le dieron cita en el consulado para un año después. Fue en octubre del 2023. Cuando llegó le dieron un papel para volver dentro de 6 meses y cuando regresó, el pasado abril, le solicitaron una prueba de ADN para comprobar mi paternidad», expone el hombre.
Su abogada, Sara Seoane, le aconsejó enviar el test para no alargar más el proceso. «No obligan a presentarla, pero si no, se arriesgan a que les denieguen la visa», indica la letrada.
«Me enviaron un listado de clínicas en las que podía hacerme la prueba. En una de Santiago me pedían algo más de mil euros y finalmente encontré un laboratorio de Madrid, pero con local adherido en A Coruña, por bastante menos», expone Fallou, que añade: «Una vez esté el resultado, mi hijo debe esperar unos 4 meses hasta volver a tener cita».
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